El este de China, densamente poblado, está siendo afectado por fuertes vientos y lluvias provocados por el tifón Muifa, que obligó a 1.6 millones de personas a dejar sus casas y causó la suspensión de la mayoría de los vuelos del principal aeropuerto de Shanghái.
Muifa es el ciclón más fuerte en azotar Shanghái, una ciudad donde viven alrededor de 25 millones de personas, de las cuales al menos 426.000 personas fueron evacuadas en Shanghái y otras 1.2 millones fueron trasladadas a refugios temporales en la provincia vecina de Zhejiang.
El Centro Meteorológico de China rebajó el nivel de alarma a amarillo, el segundo en gravedad en una escala de cuatro colores, tras decretarse el día de ayer la alerta roja por primera vez este año, y se espera que la tormenta golpee a 12 provincias y ciudades con fuertes vendavales y precipitaciones.
Al mismo tiempo, se espera que la llegada del tifón ayude a aliviar la fuerte sequía que ha estado azotando el país y que es considerada como la más grave de los últimos 60 años.
Mientras tanto, los aeropuertos de las ciudades de Ningbo, Zhoushan y Taizhou en Zhejiang cancelaron todos sus vuelos y las conexiones ferroviarias se han visto alteradas tras la cancelación de algunos servicios entre las principales urbes del este del país, como Shanghái, Hangzhou, Nanjing, Hefei, Wenzhou o Jiaxing.
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