Cuatro personas murieron en un tiroteo en el Hospital Saint Francis en Tulsa, Oklahoma, Estados Unidos, según informó la policía local. Las autoridades confirmaron que el presunto atacante de la masacre estaba armado con un rifle y una pistola y que también murió.
La policía llegó al lugar el miércoles por la tarde en menos de cuatro minutos, lo que garantizó que el número de muertos no fuera mayor. Múltiples heridos también fueron reportados, pero ninguno de gravedad. «En este momento tenemos cuatro civiles muertos y un tirador muerto», dijo en una conferencia de prensa, el subcomandante de policía Eric Dalgleish.
Sin identificar al tirador, dijo que sufrió heridas de bala fatales que se cree que fueron autoinfligidas y estimó que tenía entre 35 y 40 años. Todavía no se conocen los motivos del atacante, sin embargo, el capitán Richard Meulenberg, del Departamento de Policía de Tulsa, aseguró que el ataque no fue aleatorio.
Actualmente, la policía está entrevistando a varios testigos en todo el edificio, incluidos los que estaban en el segundo piso, donde ocurrió el ataque.
Fuente: BBC News
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