Sin contar gastos por avalúos y demás servicios que se contrataron para lograr su venta durante los pasados cuatro años, la administración federal recibió por el avión presidencial menos de la mitad de lo que ya había pagado por él vía presupuesto hasta 2022 y hasta 56 por ciento de lo que costó al Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
De acuerdo con documentos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2023 el esquema para adquirir la aeronave Boeing 787-8 “José María Morelos y Pavón” se valuó en 6 mil 79 millones de pesos, de los cuáles se habían cubierto con recursos públicos 3 mil 899 millones de pesos hasta el año pasado.
Según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, este año se destinarán 369 millones de pesos para que la Secretaría de la Defensa (Sedena) pague a Banobras parte de las amortizaciones por el avión, pero el saldo pendiente a cubrir hasta 2027 es de 2 mil 180 millones de pesos.
Luego de cuatro años en los que el presidente intentó por diversos medios concretar la venta del avión presidencial, la aeronave fue adquirida por la República de Tayikistán por un monto de mil 659 millones de pesos, que cumple con el avalúo realizado por el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).
De acuerdo con lo consignado por la administración de Enrique Peña Nieto, el avión fue adquirido por Banobras en 218.7 millones de dólares, a un tipo de cambio fijo de 13.5 pesos por dólar; es decir, a 2 mil 952.4 millones de pesos.
El avión se estaba adquiriendo por la Sedena a través de un arrendamiento financiero con Banobras que inició en 2012 y se completaría en 15 años. Sólo hasta 2027, una vez pagados vía presupuesto el capital y los intereses derivados del acuerdo, el Boeing 787-8 “José María Morelos y Pavón” pasaría a ser de los activos de la dependencia.
El gobierno concretó la venta de la aeronave una vez que ésta se fue depreciando. Sus primeros dos avalúos –realizados por Morten Beyer & Agnew y McLarens Aviation– fijaron el precio de la aeronave en alrededor de 130 millones de dólares en mayo de 2019. En casi cuatro años, ésta se depreció 29 por ciento, según una nueva evaluación que hizo el Indaabin para lograr su cesión.
Fuente: La Jornada
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