
Katia Lemus Barajas
Claudia, Elen, Lizeth, Enrique, Ángel, Diego, Gael, Roxana, Miguel Ángel, Eloy, Everardo, Jesús, Uriel, Salvador, Julio, Serafín, Osvaldo, Raúl Eric, Guadalupe, Mariana y Kimberly, son solo algunos de los nombres de los cientos de queretanas y queretanos que se encuentran desaparecidos, unos desde hace más de 20 años y otros cumplen escasos dos meses.
Los nombres, fechas de la última vez que se les vio y edades de las y los desaparecidos de Querétaro están escritos en una lista la cual no se terminó, sin embargo, durante el pase de listo, todos fueron mencionados.
El 5 de marzo del 2025, el Colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco localizó, en el rancho Izaguirre de la localidad de Teuchitlán, Jalisco, un centro de reclutamiento forzado y campo de exterminio del crimen organizado; ahí se hallaron allí fragmentos de huesos, hornos para la incineración y una imagen estremecedora. Cientos de pares de zapatos y objetos personales abandonados, que remiten a escenas del Holocausto.
La mamá, papá, hermana, hermano, abuela o abuelo que buscan a su familiar se sumaron al acto de memoria y resistencia al que se convocó para este día en Querétaro, como parte de la jornada de luto por el hallazgo de cientos de artículos personales, ropa, zapatos y fragmentos óseos calcinados localizados en el rancho Izaguirre, del municipio de Teuchitlán, Jalisco que evidencia que personas que aún permanecen en calidad de desconocidas estuvieron en estos campos de adiestramiento y crematorio.
Más de cien pares de zapatos acompañados de una vela fueron colocados en Plaza de Armas renombrada como “Plaza de la Paz” pues para muchos representan una luz de esperanza que les permita confirmar si su familiar estuvo en ese lugar.
Este, no fue un evento político ni una protesta contra los malos gobiernos, aunque así pareciera y ganas no les sobran a estos grupos de buscadores pues saben que los gobiernos de aquí y de allá, los presentes y pasados siguen siendo lo mismo, incluso durante su discurso, Yadira Gómez Hernández, presidenta del Colectivo Desaparecidos Querétaro. “Seguimos viviendo en un narcoestado”.
Una madre que alzó la voz aseguró que el Estado no los busca porque si los buscará los encontrara y lo que ellos pretenden es acallarlos, pero aseguran que salieron todas y todos a buscarlos y ahora no pueden silenciar lo que realmente sucede.
Al transcurrir las horas, madres y padres buscadores, integrantes de colectivos y ciudadanos solidarios encendieron veladoras. La noche se llenó de nombres y silencios profundos, de oraciones y de exigencias de justicia pues no son ajenos a ese dolor y lo que pasó en Teuchitlán los atraviesa a todas y todos.
La vigilia inició con un pase de lista de personas desaparecidas, seguido de la lectura de un mensaje colectivo dedicado a las buscadoras y buscadores que, con valentía, enfrentan la incertidumbre y el peligro todos los días y para quienes no hay palabra que se puedan compartir, pero un abrazo profundo.
La vigilia continuó con una ceremonia a los cuatro rumbos, un rito de respeto y petición, realizado en completo silencio en donde cada vela encendida representó un llamado a la verdad, una súplica por la paz y un recordatorio de que las ausencias siguen pesando en cada rincón del país.
La luz de cada una de las veladoras se apagó al entrar la madrugada, sin embargo, la exigencia de justicia sigue viva y en Querétaro, Jalisco y en todo el país, la búsqueda continúa, y con ella la promesa de que ningún desaparecido será solo un número.
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