El miércoles en Japón, el volcán Monte Aso entró en erupción, desprendiendo una gigantesca columna de cenizas de 3 mil 500 metros de altura mientras decenas de excursionistas se alejaban a toda prisa de este lugar turístico del sudoeste del país.
Hasta el momento no se han reportaron heridos por la erupción de este volcán, de mil 92 metros de altura, cuya explosión quedó registrada por cámaras de vigilancia cercanas.
Las autoridades recomendaron a la gente no acercarse a la zona por la emisión de gases y cenizas y las piedras que salían despedidas del volcán.
Las laderas del volcán quedaron cubiertas de torrentes de ceniza gris claro, que se desplazaban en dirección a un museo cercano, en cuyo aparcamiento había decenas de vehículos y autobuses turísticos, aunque sin alcanzarlo.
Las autoridades comprobaban, sobre todo, si había senderistas atrapados, precisaron responsables locales a los medios nipones.
Durante una rueda de prensa televisada la agencia meteorológica de Japón dio la indicación que quienes estén cerca de la montaña «deben ejercer precaución por las grandes rocas expulsadas y el flujo de materiales piroclásticos», dijo Tomoaki Ozaki.
«La prudencia es necesaria, incluso en las zonas alejadas, pues el viento puede transportar no solo cenizas sino también piedras», añadió Ozaki, quien también advirtió del peligro de eventuales gases tóxicos.
La agencia meteorológica de Japón advirtió en los últimos días que la actividad volcánica de la región del Monte Aso había aumentado.
El último aviso de estas características para esta montaña fue en 2016, cuando entró en erupción tras 19 años de inactividad. El jueves había registrado una pequeña erupción, señaló Kyodo News.
Japón es uno de los países con más actividad volcánica del mundo. Se encuentra en el llamado «Cinturón de Fuego» del Pacífico, donde se registran parte importante de los terremotos y las erupciones del mundo.
Situado en la isla de Kyushu, el Monte Aso es uno de los volcanes más vigilados del centenar que continúan en activo en Japón, como el Monte Fuji, a unos cien kilómetros de Tokio.
Fuente: El Universal
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