Decenas de cruces en la frontera entre México y Estados Unidos reabrieron a viajes no esenciales el día de hoy después de un cierre de 20 meses para evitar la propagación del coronavirus.
Al igual que sucedió en los vuelos internacionales y las fronteras terrestres y por ferry con Canadá, la frontera sureste de Estados Unidos vive hoy mayor actividad en comparación con el último año y medio en el que estaban prohibidos los viajes “no esenciales” de extranjeros.
Antes de la reapertura, cientos de automóviles formaron filas de kilómetros en la ciudad fronteriza mexicana Tijuana, mientras que las colas en los cruces peatonales crecían de manera constante.
Aun así, las diferentes reglas sobre las vacunas contra el Covid-19 amenazan con retrasar las reuniones familiares, mientras que la perspectiva de que se alivien algunas restricciones también ha alentado a los migrantes a probar suerte en busca de asilo en Estados Unidos, lo que plantea una nueva prueba para la administración Biden.
Algunos mexicanos vacunados no podrán ingresar a Estados Unidos de inmediato si recibieron vacunas en México que no han sido aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la china CanSino o la rusa Sputnik V.
El mensaje del Gobierno de Estados Unidos es que, a partir de hoy, solo permite el ingreso de viajeros documentados y vacunados y que esta reapertura de las fronteras no supone un cambio en su política migratoria.
Bajo las nuevas normas, los extranjeros que viajan a Estados Unidos por turismo u otros propósitos “no esenciales” podrán ingresar a partir de hoy si presentan pruebas de su vacunación plena contra la covid-19.
Al llegar a un puerto de entrada el viajero deberá presentar prueba de vacunación contra la covid-19 “según lo detallado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)”, indicó el Departamento de Seguridad Nacional.
Fuente: Forbes/ The San Diego Union- Tribune
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